Era ahora o nunca para los Suns,"win or go home" ,mientras que para los Spurs era la primera oportunidad de cerrar una serie que estaba complicándose en exceso,tanto por la propia resistencia de los de Arizona como por los temas extradeportivos que comenzaban a minimizar la importancia de las victorias texanas.
Pero incluso contando con ese ambiente enrarecido,San Antonio,que no podía contar con Robert Horry al cumplir este su segundo encuentro de sanción,logró imponerse a unos Suns que llegaban con el cuchillo entre los dientes,y lo que era aun mas importante,con Amaré Stoudemire y Boris Diaw entre sus filas por 114 a 106 en el 6º y a la postre definitivo encuentro de la semifinal de Conferencia.
Fué un partido intenso y lleno de igualdad durante su primera mitad,con los texanos unicamente con dos puntos de ventaja al término de los primeros 24 minutos y un Nash espeso que apenas había firmado 3 ptos pese a mostrarse nuevamente sensacional en su visión de juego.
Hasta que llegó el tercer cuarto y con él el recital de Ginóbili,el argentino destrozó el encuentro a base de triples impulsando a los Spurs en el marcador hasta alcanzar una diferencia de 20 ptos en la que hasta Bruce Bowen y Jacque Vaughn se sumaron a la fiesta.
El escolta volvió a realizar un gran encuentro tras un arranque dubitativo en la serie alcanzando los 33 ptos,11 rbts y 4 robos con 4 de 7 en triples y liderando a unos Spurs que pese a sufrir de un último envite del base canadiense de los de Mike D´Antoni supieron controlar el partido gracias a (esta vez si) un completo partido de sus tres estrellas.
A Ginóbili se le unió un tremendo Tim Duncan que se quedó a un tapon de firmar in triple-doble con 24 ptos, 13 rbts y 9 tapones así como un gran Tony Parker que pese a sus erráticos porcentajes contribuyó con 30 ptos para llevar a los texanos a su 3 final de Conferencia en 5 años.
Michael Finley añadió 11 ptos en un partido en el que los secundarios no intervinieron excesivamente en el choque.
La igualdad mostrada por ambos equipos en la serie,se pudo percibir en términos estadísticos con ambas escuadras en idénticos valores en rebote,asistencias y tapones (43,22 y 9) con porcentajes de tiro muy parejos,sólo las pérdidas lastraron a los de Phoenix que perdieron el balón en 17 ocasiones (por las 12 de los de Popovich)
El cansancio acumulado por los Suns en un 5º partido donde su entrenador,Mike D´Antoni decidió utilizar una rotación de 6 hombres (junto a la mínima aparición de Pat Burke)causó mella en los de Arizona,sobre todo en un Nash que flojeó durante algunos momentos del partido.
Pese a ello el canadiense,segundo en las consideraciones para el MVP firmó 18 ptos y 14 ast con tan solo 3 fallos en sus 10 tiros a canasta,mientras que su letal socio,Amaré Stoudemire,mas pendiente de la grada que del partido en numerosos actos del mismo,recordó al que en 2005 promedió 37 ptos en su serie ante los Spurs añadiendo unos brutales 38 ptos,12 rbts y 4 tapones a su cuenta particular.
Por desgracia el resto de secundarios volvieron a fallar,en especial Shawn Marion y Leandro Barbosa (patético en la serie) que nunca parecieron encontrarse cómodos ante los de San Antonio.
Phoenix deberá estudiar de cara al futuro su plantilla y sobre todo su escasa rotación de banquillo,que no por calidad,sino por voluntad de su entrenador no ha sido convenientemente utilizada.
Mañada Domingo,San Antonio intentará derribar el primer obstáculo de cara a una nueva Final de NBA ante los peligrosísimos Utah Jazz de Jerry Sloan que cuentan con la ventaja de haber descansado desde el martes cuando cerraron su serie ante los Golden State Warriors.
Tras haber eliminado a Rockets y Warriors (Utah) y Nuggets y Suns (Spurs)respectivamente,ambos conjuntos pueden presumir de haber tenido los rivales mas duros de los 4 equipos finalistas que permanecen vivos en la competición.
Históricamente,Utah ha sido una piedra para los del Álamo,que en tiempos de Stockton y Malone siempre se mostraron incapaces de superar a los de la ciudad de los Mormones,esta vez,sin "El Cartero" y sin uno de los mejores bases de la historia,pero con Carlos Boozer,Mehmet Okur,Deron Williams y compañía,los texanos tienen una nueva oportunidad para cambiar la historia.
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